Pensamiento del día.

Poesía es la unión de dos palabras que uno nunca supuso que pudieran juntarse, y que forman algo así como un misterio.

Federico García Lorca (1898-1936) Poeta y dramaturgo español.



Dato ortográfico del día.

Es “mb”, nunca “nb” (ambos).

Es “nv”, nunca “mv” (invierno).

Es “mp”, nunca “np” (improvisar).

Es “nr”, no “nrr” (enroque).



domingo, 30 de abril de 2017

-ENSAYO- LA OBSCENA BELLEZA EN LAS FOTOGRAFÍAS DE JAN SAUDEK.

 Entre la fotografía y la pintura existe una estrecha relación surgida desde el momento en que empezó a desarrollarse la técnica fotográfica. Desde entonces la línea fronteriza entre una y la otra se ha ido desvaneciendo para lograr una sinergia y un enriquecimiento entre ambas expresiones artísticas.

Anterior al surgimiento del carácter conceptual de la fotografía, ésta era vista solo como un medio para plasmar una imagen lo más cercana posible a la realidad. Cuando empieza a valorarse la fotografía como concepto y no como solo una captura petrificada del mundo real, ésta adquiere un grado de análisis como cualquier otra obra de arte.

Como antecedente de la fotografía conceptual puede considerarse al pictorialismo, que según Baqué (2003) en el arte contemporáneo se ha  “asistido a un retorno del pictorialismo, paralelo a un renovado interés por las técnicas antiguas, sobre todo a lo que podría denominarse el retorno de la Historia” (p. 147). Con lo anterior, el autor hace referencia a  aquellos artistas que han recurrido al uso de la pintura sobre la fotografía, como es el caso de Jean Saudek, fotógrafo y artista plástico checo nacido a principios del siglo XX. Baqué considera este proceso como una actitud nostálgica al pasado, y en detrimento de la resignación al tener que volver a la pintura “para acceder al sacramento de la obra”.

Como explica Incorvaia (2008) la corriente pictorialista, surgida entre 1891 y 1920, pretendía realizar una fotografía “artística” basada sobre todos en temas literarios y alegóricos, recurriendo a una búsqueda formal de procedimientos muy elaborados. (Incorvaia en Sosa, 2014, p. 68)

Los artistas pictorialistas implementaron la aplicación de pigmentos en sus fotografías. Al principio se usaban sales metálicas para variar la intensidad de la luz y se valían de impresiones que permitían hacer raspaduras o aplicar pinceladas. Más adelante se comenzó a colorear las placas espolvoreando pigmentos de oro y plata sobre la superficie. Cerca de 1940 las empresas Kodak y Ansco perfeccionaron las emulsiones en esa constante búsqueda del color. Es cerca de ésta época cuando Jan Saudek comienza a dedicarse a la fotografía. En el prólogo de su libro de 1997, hace referencia al uso de la antigua técnica de colorear las fotografías con colores brillantes que él mismo empleó. Aunque recibió críticas de la prensa, quienes afirmaban que “así no se ve la vida”, Saudek contestó que tenían razón, pero que “¡así debería verse!” (Saudek en Sosa, 2014, p. 68).

Jan Saudek. 
Jan Saudek (1935-actualidad) nació en Praga, antigua Checoslovaquia, cuatro años antes del estallido de la segunda guerra mundial. Al ser hijo de un hombre judío, se vio retenido  por los nazis durante la época en que Alemania ocupó la ciudad de Praga, viéndose apresado junto a su hermano mellizo en un campo de concentración, del que lograron escapar para reencontrarse con su padre, quién había sido retenido en otro campo. Aunado a esto, en el año 1945 Praga es bombardeada por los Estados Unidos al confundirla con la ciudad de Dresde, capital de Sajonia, en Alemania.

El haber pasado por tantos episodios de agresión, represión y violencia durante su infancia, marcó la producción fotográfica futura de Saudek, reflejándose en el espacio escénico que trabaja, los colores que utiliza y la atmósfera de violencia que se respira en algunas de sus fotografías. Y es que aún en su adultez sus creaciones sufrieron años de represión comunista y postcomunista, debido al alto contenido erótico, la explícita desnudez de sus modelos y los conceptos obscenos que maneja detrás de cada fotografía.

El mismo Saudek hace referencia a su infancia, asegurando que “…el país todavía era comunista y el miedo era omnipresente (…) Todavía siento la censura de esos tiempos infelices, e incluso ahora me siento incapaz de ser creativo en un modo desinhibido”. (Saudek, 1997, p. 6).

Sus inicios en la fotografía tampoco fueron muy alentadores. Recibió su primera cámara a los quince años y un año después coloreó una foto que su madre mostró al médico de la familia, quien la catalogó de kitsch, mala y con un estilo pasado de moda. Estas desalentadoras palabras alejan a Saudek de la fotografía, sin embargo, marca el inicio de su técnica artística por la que sería, en conjunción con su estética obscena, criticado continuamente. Y es que la evidente obscenidad que impera en la mayoría de sus fotografías ha sido blanco de fuertes críticas a lo largo de su carrera, consideradas por algunos críticos y el público en general como alejadas de la belleza, desmoralizantes, grotescas, obscenas y perversas.

Para entender un poco más las críticas que ha recibido el arte fotográfico de Saudek es necesario conocer lo que socialmente es definido como belleza y fealdad. Según Santo Tomás de Aquino “lo bello consiste en la debida proporción, porque el sentido se delecta en las cosas debidamente proporcionadas…” (Aquino en Galicia, 2010, p. 21).

Si la belleza es la debida proporción, entonces la fealdad puede asociarse con la falta de proporción y forma armónica. “La fealdad tendría que alejarse de la concepción estética de la belleza, pues entendemos como feo al fenómeno de la realidad adverso a lo bello.  (Diccionario soviético de filosofía, 1965 en Matellanes, 2009, parr. 1). Sin embargo, esta relación entre lo bello y lo feo es mucho más compleja que una simple oposición. Se podría afirmar que a través del arte la fealdad ha adquirido un valor estético. Incluso podría asegurarse que los efectos de la experiencia de la fealdad son más intensos que los de la experiencia de la belleza, logrando un impacto mayor y más duradero con la estética de lo feo. Ya incluso Plotino afirmaba que “debemos recordar que lo feo y lo malo nos impresionan con mucha más fuerza que lo agradable”.  (Plotino en Matellanes, 2009, parr. 1).

En sus fotos controversiales, más allá de cuerpos desnudos, obesos, con excesos y falta de proporción y forma armónica, lo que hace bella la fotografía de Saudek es la convivencia casi perfecta que existe entre la belleza y la fealdad, el concepto detrás de cada retrato, los colores, la técnica, el espacio escénico y la peculiaridad de sus modelos, opuestos a los tradicionales que si cumplen con el canon del cuerpo con las medidas y proporciones perfectas.

Vicent Fic, doctor de Filosofía en Arte por la Universidad de Aarhus, Dinamarca, dice de Jan Saudek:
La mirada de Saudek es compleja, oscura, perturbadora en todos sus aspectos. Sexo, deseo, muerte, inocencia, lujuria, ironía, belleza, envejecimiento, se mezclan y compiten en su obsesiva figuración de realidades filtradas de emociones. Introducirse en las imágenes de Saudek resulta una experiencia inquietante, un ir y venir entre la atracción y la repulsión, entre la conciliación y la confrontación. Sus fotografías evocan verdades que se evaden cotidianamente, desde sus más amargas perspectivas, o desde la más intestina nostalgia. La vulnerable sensualidad de sus cuerpos es al mismo tiempo grotesca crueldad y enajenación. Imágenes de la alegría y la esperanza en constante conflicto con las de la tragedia y la desesperación, en ocasiones dentro de una misma obra.
Su combinación es implacable y provocadora. El conflicto y la interna fragmentación que trasmite resultan dolorosos. Reiteradamente permite descubrir los más profundos deseos, la dulzura y el placer, pero sin alejarse del recuerdo, del sufrimiento, de la mezquindad del mundo. Sus imágenes pretenden afirmar que la belleza, el amor y la compasión existen, pero a su vez que acaban siendo ilusorias y transitorias, que nada es suficiente, que la soledad, el tiempo, la desesperación o la muerte son inevitables. (Fic en www.enfocarte.com, La provocadora obsesión de Jan Saudek, parr. 1 y 2)
El propio Saudek define su arte como kitsch: “No creo que la obra sea diferente del trabajo de otros fotógrafos. Yo lo llamo kitsch, pero hay quien dice que es porno blando. Fotografía erótica, pornografía…. No existe esa distinción. Está en el ojo del espectador…”. (Saudek en Hanson y Kroll, 2011).

Para Norbert Elías (1998) “…el concepto de kitsch no es otra cosa que una expresión para la tensión entre el rico y bien desarrollado gusto de los especialistas, y el subdesarrollado e inseguro de la sociedad de masas.” Sin embargo, la obra de Saudek no se queda en lo kitsch, sus fotografías también han sido catalogada como perversas.

Según Fabiola Iza (2011),
“La perversión se asocia generalmente al ámbito de lo sexual, a encontrar el placer en prácticas que no son el propio acto sexual sino otras relacionadas a éste. Onanismo, voyerismo, sadomasoquismo, coprofilia, entran en el plano de la perversión. Muchos poetas, pintores, dramaturgos, filósofos y demás han sido censurados por su obra e ideas que se les etiquetan bajo este nombre. (parr. 3)

Black Sheep and White Crow
(Oveja negra y cuervo blanco) -2011-
 (Fotografía de Jan Saudek). 
Ejemplo de lo anterior es el incidente ocurrido a Saudek el 21 de agosto del 2011 cuando su fotografía Black Sheep and White Crow (Oveja negra y cuervo blanco) en la que aparece una chica impúber semidesnuda fue retirada de la Ballarat Internacional Foto Bienal antes de su inauguración por reclamos de prostitución infantil.

Kitsch, perverso, erótico, incluso grotesco; varios son los adjetivos utilizado por los críticos para referirse a la obra de Jan Saudek, pero el más recurrente, el que prácticamente ha llegado a definir su estética es “obsceno”. Al ser la obscenidad el eje central de esta investigación, es necesario referenciar algunos autores que se hayan acercado a una definición de este término.

Según Jerzy Ziomek (1990) “Llamaremos obscenidad la violación de la prohibición de costumbres en el lenguaje. Lo obsceno puede, pero no tiene que ser erótico. Lo «obsceno» es un concepto lingüo-sistémico: existe en la medida en que existe lo «no obsceno»”. (p. 256).

Por otra parte, Naief Yehya (1996) afirma:
Lo obsceno se define burdamente como vulgar, grotesco, soez, excesivo o inmoral. Pueden considerarse obscenos tanto los procesos genitales como las excreciones pero también todo aquello que pertenece al ámbito de lo privado y que por alguna razón ha sido trasplantado a la esfera pública. Son obscenos aquellos actos que pueden ser naturales pero que fuera de contexto parecen ofensivos, repugnantes o provocadores. (p. 12).

Gonzales (2012) asegura que,
“…la obscenidad, introduce un cambio en la significación de la representación del cuerpo desnudo, que en principio puede incomodar al espectador al mostrarle detalles, lugares y/o situaciones que podrán considerarse de carácter más privado o íntimo, pero, que en ultimas, aunque incomodo, el espectador consume según su relación estética de placer, asco o dolor, ya que bien, lo que consume, sólo es una representación de lo real, un signo de veracidad…” (p. 44).

De igual forma, Gonzales (2012) hace referencia a la desnudez y la obscenidad en la fotografía aseverando que “…El cuerpo desnudo y sexual en la fotografía en el orden imaginario de una realidad exacerbada, por su evidencia, da cuenta de una obscenidad que rompe con la distancia visual entre lo que se ve y lo que se muestra, entre el espectador y su objeto del deseo…” (46).

Es por lo anterior que las fotografías de Saudek son consideradas obscenas: muestran lo que “no debe ser visto”, aquello que es impúdico, actos que al estar fuera del contexto en el que deberían exhibirse o desarrollarse son percibidos como inmorales, ofensivos y provocadores. Sin embargo, a pesar de que en la mayoría de su producción fotográfica sus modelos están desnudos, los genitales muy pocas veces son el centro o punto focal de las fotografías, simplemente están allí, como parte del cuerpo, como elemento constitutivo de la anatomía humana.

A pesar de que la obscenidad es imperante en sus fotografías, estas no cruzan el límite que las lleva al territorio de la fealdad, al contrario, con el uso arbitrario del color, la simetría en la disposición de los cuerpos y objetos en el espacio, la desfachatez y la ironía, la picardía e inocencia de sus modelos, Saudek logra presentar la belleza entre el exceso de piel, grasa, celulitis, perversión, violencia y sexualidad desenfrenada.

Jimarino (2008), afirma que el estilo de Saudek se caracteriza por “…cuerpos desnudos, un erotismo descarnado y en ocasiones obsceno, y un afán por hacer que sus instantáneas sugirieran historias al observarlas, que evocaran continuidad más allá de lo que reflejaba la imagen estática.” (parr. 2).

¡Adiós Jan! (Fotografía de Jan Saudek)
En concordancia con lo dicho por Jimarino sobre la intención de sugerir historias en sus fotografías, se puede hacer referencia a varias fotos de Saudek que al ser vistas transmiten algo más que una simple imagen estéticamente producida. El final de la orgía puede sugerir al espectador los excesos que acarrearon  la consecuencia que se presenta en la fotografía. ¡Adiós Jan! permite la elaboración de preguntas por parte del espectador, ¿Quién es Jan? ¿Por qué la joven se suicida? ¿Acaba con su vida a causa de un hecho vivido con Jan? ¿Ese Jan de la fotografía es el mismo fotógrafo que la toma? ¿Por qué tanta alegría instantes antes de matarse? Por otra parte, en La lección de violín el espectador puede tratar de descifrar que historia se esconde detrás de aquella alumna y su profesora de música.

The Violin lesson (La lección de violín) -2001- 
(Fotografía de Jan Saudek)
Detrás de los desnudos considerados obscenos, detrás de la desproporción en los cuerpos de sus modelos, más allá de las expresiones eróticas y sexuales presentes en sus fotografías, existe un concepto, una idea, un mensaje que el autor desea transmitir: “capturar todas las cosas que conozco y amo, pero sobre todo me gustaría dejar una huella del tiempo en que he vivido”. (Saudek, 1997).

La desnudez femenina y la belleza de sus cuerpos mayormente desproporcionados es su principal fuente de  inspiración, aunque en sus desnudos se encuentran uno que otro personaje masculino. El mismo Saudek (1997) asevera  “El cuerpo humano me excita, el femenino sobre todo…”.

Sus primeros trabajos se caracterizan por evocar la infancia, ejemplo de ellos son sus fotografías El destino desciende hacia el río llevando dos niños inocentes y Tentación. Más adelante se dedica a retratar la evolución del niño en adulto, como puede observarse en sus trabajos Diez años de Verónica, Diez años en la vida de Marketa  y Doce 
años en Miroslava.  

El destino desciende hacia el río llevando dos niños inocentes  (Fotografía de Jan Saudek).

Desde su madurez como artista hasta la actualidad sus temas han sido una constante:

Incest (Incesto) -1988- (Fotografía de Jan Saudek).
-La sexualidad: es el tema más recurrente en Saudek. En sus fotografías presenta la diversidad de comportamientos sexuales del ser humano, sin hacer de ellos una crítica. Las relaciones homosexuales; el incesto (Incesto); las filias y el sadismo, la relación entre personas de edades distantes, son algunos de ellos;

-La relación hombre-mujer: aquí va más allá de las relaciones sexuales, presentando su visión del matrimonio, sus ventajas, bondades, complicaciones, la violencia en la pareja, la sexualidad desenfrenada, el matrimonio por conveniencia o por obligación, entre otros;
Pieta (La piedad) -1990- (Fotografía de Jan Saudek).

-El comportamiento erótico-reflexivo en la mujer, la inocencia, la picardía, la relación entre niña y mujer, madre-hija, hermanas;

-La religión: una crítica a la falsa moral, al fanatismo religioso, así como una re-contextualización de los íconos cristianos (por ejemplo La piedad).

Así mismo son representativas sus fotografías con varios personajes donde los retrata primero vestidos y luego desnudos. En otras, hay personajes con antagonismos claramente manifiestos, como los que pretendió dotar de mayor fuerza las imágenes. En algunas de sus fotografías de escenas humorísticas se permitió aparecer como un actor más entre sus modelos.

Según Sosa (2014) la obra de Saudek,
“…pareciera hacerse referencia a la vida personal del autor. Su obra está dedicada a construir una especie de “novela personal” que narra su vida; sin embargo, no es posible llamarla autorretrato debido a que “ya no hay un sujeto que elabora un discurso (…) no sabemos nada y quizá no haya nada que saber más allá de esas representaciones”. (p. 69).

En su biografía (1997), Saudek afirma, “No tengo la posibilidad de retratar la vida de otras personas.  Retrato la mía propia”. Esto pareciera ser la respuesta a lo que Sosa  llama el “autorretrato” que Saudek hace de su propia vida en sus fotografías.

De igual forma, Sosa (2014) se refiere a la producción fotográfica de Saudek, afirmando que,
“…lo que hace, sobre todo, que esta producción sea reconocida como tal es la constante manifestación de un concepto, la búsqueda de significados (…) Al ver sus retratos, se genera una sensación de ensueño, como si nada de ello en verdad existiera.
El cruce entre las diferentes técnicas artísticas habla de un nuevo modo de generar arte, que ha excedido sus límites y está buscando redefinirse. (p. 70)

Así como el desnudo es característico en la producción artística de Saudek, el espacio escénico también juega un papel preponderante en sus fotografías. El haber vivido en un campo de concentración es el principal antecedente del encierro que viven sus personajes. Aunado a esto, debido a la represión política del régimen comunista de su época, escondiéndose de la policía secreta que tachaba sus fotografías de inmorales y contrarias a la política gobernante en la República Checa, Saudek empezó a trabajar en el sótano de su casa, un espacio reducido que contaba con una sola y diminuta ventana. De esta forma, las fotografías de Saudek se ven configuradas en una paleta de colores vivos que se contrapone al aspecto mohoso, ruinoso y abandonado de las paredes.

Salcedo (2013) considera que,
“El sótano de Saudek se ha vuelto el símbolo de su obra fotográfica, en donde sus sueños se hacen presentes y siguen las leyes de su propio mundo, de tal manera que al mirar una de sus obras, el espectador se ve inmerso y tocado por un acto estético que sublima el espíritu humano. Se nota que Saudek le dio la espalda al mundo y se recluyó en su micro-mundo, al parecer, para evitarse el dolor de una realidad agresiva y mordaz, aunque de vez en cuando se percibe, sutilmente, que el horror se coló por la lente de la cámara, ese que hiere el alma y le deja una impronta al hombre, aunque afortunadamente algunos logran hacer grandes obras de arte a partir de sus heridas”. (parr. 9).

Saudek ha recibido grandes reconocimientos que dan fe de su talento como artista. En 1990 fue nombrado caballero de las Artes y las Letra por el Ministerio de Cultura de Francia; en el 2006 es galardonado en su país con el premio Artis Bohemiae Amicis por su contribución a la reputación artística de la República Checa.

A pesar de las innumerables críticas y la cantidad de detractores que ha sumado a lo largo de los años, Jan Saudek es considerado actualmente uno de los fotógrafos más influyentes en la historia de la fotografía. Si bien su obra no es bella en base al canon establecido, lo es por la reivindicación que hace a los cuerpos grotescos, eróticos y obscenos, con un estilo mordaz y único que caracteriza su producción artística y que es reconocible a simple vista.


 Referencias.

Baqué, D. (2003). La fotografía plástica: un arte paradójico. Barcelona: Gustavo Gilli.
Eco, U. (2007) Historia de la belleza. Barcelona: Lumen. p. 438.
Eco, U. (2007) Historia de la fealdad. Barcelona: Lumen. p. 460.
Elías, Norbert. (1998) La civilización de los padres y otros ensayos. México: Norma.
Fic, Vicent. (s.f.) La provocadora obsesión de Jan Saudek. Recuperado el 23 de agosto de 2016. Disponible en: http://www.enfocarte.com/2.14/fotografia.html
Galicia, M. (2010) La estética en Tomás de Aquino (Seminario). Universidad Popular Autónoma del estado de Puebla, Puebla. Recuperado de: https://filosofiaupaep.files.wordpress.com/2010/07/ggma19052010.pdf
Gonzales, J. (2012) Cuerpo y obscenidad en los medios: un acercamiento estético a la mediación intersubjetiva de la pornografía. (Tesis de Maestría). Universidad Nacional de Colombia, Medellín.
Hanson, D.; Kroll, E. (2011) The New Erotic Photography Vol. 1. London: Taschen, pp. 320.
Iza, F. (2011) El fetiche perverso de la obra de arte. Recuperado el 28 de agosto de 2016. Disponible en: http://registromx.net/impresos/18perversion/bunkerelfetiche.html
Jimarino. (2008) Jan Saudek. Recuperado el 20 de agosto de 2016. Disponible en: https://jimarino.com/2008/01/13/jan-saudek/
Matellanes, I. (2009) El concepto de fealdad en el arte. Recuperado el 26 de agosto de 2016. Disponible en: http://www.sarasuati.com/el-concepto-de-fealdad-en-el-arte/
Salcedo, E. (2013) La fotografía introspectiva de Jan Saudek. Recuperado el 23 de agosto de 2016. Disponible en: http://www.sarasuati.com/el-concepto-de-fealdad-en-el-arte/
Saudek, J. (1997). Photographs 1987-1997. Madrid: Taschen.
Sosa, M. (2014) Jan Saudek: la paradoja de la fotografía artística. Creación y producción en diseño de comunicación, 10(4) 67-70. Recuperado de: http://fido.palermo.edu/servicios_dyc/publicacionesdc/archivos/507_libro.pdf
Yehya, N. (1996) Pornografía y obscenidad: la crítica de la cultura desde sus orígenes. Revista de la Universidad de México, 546-547, 8-13.
Ziomek, J. (1990) La pornografía y lo obsceno. Criterios, 25-28, 244-264.

Angel Pacheco D'Andrea.
30/04/2017.


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