Pensamiento del día.

Poesía es la unión de dos palabras que uno nunca supuso que pudieran juntarse, y que forman algo así como un misterio.

Federico García Lorca (1898-1936) Poeta y dramaturgo español.



Dato ortográfico del día.

Es “mb”, nunca “nb” (ambos).

Es “nv”, nunca “mv” (invierno).

Es “mp”, nunca “np” (improvisar).

Es “nr”, no “nrr” (enroque).



domingo, 23 de abril de 2017

-ENSAYO- CAVILACIONES SOBRE “EL ESPACIO VACÍO” DE PETER BROOK.

¿Sabe por qué triunfa el teatro, por qué ha vuelto la gente al teatro?
Porque el teatro no trata de nada en concreto.
Trata de la vida. Es la vida.
-Peter Brook-


En mis inicios actorales, cuando pertenecí a un grupo teatral en mi ciudad natal, mucho antes de iniciarme universitariamente en el arte de la interpretación, pensaba que un teatro sin escenografía era absurdo, simple y vacío. En mi neonato pensamiento como artista no cabía la idea de que podía existir un espacio vacío en el escenario; más aún, pensaba que para que un personaje fuese exitoso debía estar repleto de la parafernalia correspondiente: vestuario, utilería, maquillaje, peinado y un toque de exageración y comedia barata.

Por mi bien, es importante dejar claro que todas estas frivolidades no eran culpa directa del grupo al que pertenecí, eran mías, creencias vagas alimentadas por fundamentos vagos, basados en mis vagas experiencias con el arte interpretativo en aquel entonces. Cabe aquí otra aclaración: no estoy juzgando mi primitivo pensamiento artístico, es normal que al iniciar en una disciplina prácticamente desconocida se tengan solo impresiones superficiales generadas por la referencias más cercanas,  en mi caso: las telenovelas, el cine comercial y unas cuantas representaciones teatrales en las que tuve la oportunidad de participar durante la primaria y el liceo.

Aunque en la actualidad sigo sintiéndome atraído por una pieza con magnánima escenografía, desbordante utilería, impactantes vestuarios y maquillajes camaleónicos, mi pensamiento se ha modificado por la experiencia, la lectura y la práctica. Hoy en día, veo estos como elementos como refuerzos que sirven de “postre” para el actor y el espectador. El verdadero alimento, el plato fuerte y principal es la interpretación, en ella se encuentran todos los nutrientes, lo demás son solo azúcares, grasas y aderezos.


Justamente lo anterior es presentado por el director británico Peter Brook en que es su libro más conocido: “El espacio vacío” (1968). Pero esta obra magistral de la teoría teatral contemporánea no trata solo en sus líneas la idea de un teatro libre de escenografía e indumentaria, el “Espacio Vacío” va  más allá, internándose en las coyunturas del teatro moderno, indagando en la experiencia del actor, la percepción del público y la más idónea forma de representación teatral según Brook, quién es considerado el pionero en el Teatro Experimental británico.

Peter Brook (1968) da inicio a su libro con la siguiente frase: “Puedo tomar cualquier espacio vacío y llamarlo un escenario desnudo. Un hombre camina por este espacio vacío mientras otro le observa, y esto es todo lo que se necesita para realizar un acto teatral” (p. 1). Con esta frase, Brook hace alusión a la teatralidad, acto que “…implica un sujeto que mira y un objeto mirado y supone que el objeto - lo mirado- es concebido como ficción por el sujeto mirante -el espectador-. Es un fenómeno en un acto de representación, se requiere, no sólo del sujeto espectador, sino que este sujeto entienda el objeto mirado como ficción, representación (Féral en Domínguez, p. 1).

Lo elemental en una representación es la presencia del actor y del público, lo demás es solo un complemento, es por ello que un buen director debe centrarse principalmente en la actuación y luego en la producción. De igual manera el actor, debe ocuparse de su interpretación, la imagen física es el  valor agregado.

Didácticamente, Brook divide el contenido del libro en cuatro partes que, si bien trata cada una  distintos aspectos del teatro, en el trascurrir de la lectura todas se relacionan entre sí. La primera de ella es llamada por Brook El teatro mortal. Particularmente, cuando ´leí esta frase la relacioné directamente con el teatro efímero; sin embargo, al internarme en el capítulo me percaté de que se refería al “mal teatro”, al teatro comercial, aquel que trabaja con magníficas escenografías y una gran producción con la única finalidad de abarrotar la taquilla.

En este punto inserto mi opinión al respecto: Todo teatro que obtenga beneficio económico por su representación merece ser llamado teatro comercial. Pero no todo teatro comercial es llamado “buen teatro”. La diferencia radica en que el mal teatro comercial utiliza todo su esfuerzo en producir una pieza que venda, mientras que el buen teatro produce buenas piezas, con buenas actuaciones y un gran contenido conceptual, un “algo” que debe decirse. Estas últimas producen dinero por su éxito en el contenido,  no en la forma, o al menos ésta última  pasa a jugar un segundo plano.

Respecto al teatro mortal, Brook señala que cada día son menos los espectadores conocedores de teatro que asisten a estas producciones, ya que no van más allá de las grandes escenografías y efectos audiovisuales, que ya han cansado al público. Todo tiene un límite, un punto de quiebre, y en el arte esto se ha hecho evidente con los movimientos artísticos a lo largo de la historia, siempre contestatarios a la corriente anterior, buscando la renovación. Así mismo, a mi parecer, está ocurriendo con el teatro: las grandes producciones ya no ofrecen al público nada nuevo, no le sorprenden.  Los espectadores se encuentran a la expectativa de un nuevo teatro, quizá más íntimo, con más contenido que imagen, que les haga reflexionar y pensar al salir de la función y no solo les divierta o aturda con efectos visuales que no les dejan más que una buena imagen.

Como segundo capítulo del libro, Brook discurre en la explicación de lo que él llama Teatro sagrado, teatro donde lo “invisible se hace visible”. En este apartado, Peter Brook reflexiona sobre la necesidad de decir “algo”, de comunicar público un contenido.
Considero que ese “hacer visible lo invisible” de refiere a transmitir al público lo que se quiere decir sin recurrir a los lugares comunes, lo elemental, lo que está a simple vista, lo básico. El actor tiene la difícil tarea de hacer creer al público lo que no es; de mentir con tal descaro que haga ver al público lo que no existe, lo invisible.
Para hacer arte es esencial tener algo que decir, y no sólo eso, sino la necesidad de decirlo, de otra manera, solo se estaría haciendo simple entretenimiento. El teatro sagrado es aquel que encara la vida desde la realidad y le hace ver al público lo que le es imposible ver o lo que no ha querido ver.

El tercer capítulo del libro es titulado el Teatro tosco. Brook la cataloga como el “teatro popular”, el que se hace en lugares no convencionales, teatro que, al estar más cercano al público es, según Brook, el teatro que salva una época.

Esta tipo de teatro es más directo, impactante, tajante, encuentra sus temas en lo cotidiano, lo presente, lo más próximo a la realidad actual del hombre. De acuerdo a sus características, se me es fácil relacionar el teatro tosco con las tendencias contemporáneas (happening, performance, deformance, instal’acción…) que buscan interpelar al público con mayor cercanía, sirviéndose para ello de los temas más actuales, la proximidad física con el espectador, la rebeldía, la sorpresa, la crítica directa, intentando convencer al espectador que lo que ve realmente ocurre, y no solo en la representación, sino en la cotidianidad de sus vidas.

Por último, Brook se refiere a un Teatro inmediato. Este tipo de teatro rechaza la impostura, busca la sencillez, la verdad. En este capítulo, Brook cavila, entre muchas otras cosas, sobre la influencia de la escenografía, el vestuario y la utilería en interpretación del actor y, en consecuencia, en el resultado de la pieza teatral.

Peter Brook presenta al ensayo como la vía para conseguir una buena interpretación. Señala que un actor debe ir a cada ensayo “limpio”, libre de imposturas o acciones preconcebidas. Cada ensayo es una búsqueda y de él deben registrarse mental y corporalmente lo que sirva para enriquecer el personaje y al actor como intérprete.

“El espacio vacío” es un libro que lleva a reflexionar sobre el papel que juega el teatro en la sociedad; el nivel de entrega, dedicación y esfuerzo de los actores, directores y demás profesionales del teatro para con su público y su compromiso como comunicadores.

Peter Brook abre los ojos a los actores que aún no han caído en cuenta de la dificultad de su arte. “El espacio vacío” es un llamado de atención a esos intérpretes que no ven más allá de la forma, la fama y la postura, dejando olvidado lo esencial: la verdad en la interpretación.

Angel Pacheco D'Andrea.
23/04/17

Referencias.

Brook, P. (1968) El espacio vacío. Recuperado de: [https://aulademusicamartinsarmiento.files.wordpress.com/2012/09/brook.pdf]

Domínguez, M. (s.f.) La teatralidad en nuestras culturas aborígenes. Recuperado de: [http://dramateatro.fundacite.arg.gov.ve/ensayos/n_0004/la_teatralidad_en_nuestras_culturas.htm]

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