Pensamiento del día.

Poesía es la unión de dos palabras que uno nunca supuso que pudieran juntarse, y que forman algo así como un misterio.

Federico García Lorca (1898-1936) Poeta y dramaturgo español.



Dato ortográfico del día.

Es “mb”, nunca “nb” (ambos).

Es “nv”, nunca “mv” (invierno).

Es “mp”, nunca “np” (improvisar).

Es “nr”, no “nrr” (enroque).



viernes, 28 de abril de 2017

-RELATO- LA CONFERENCIA.

Cuando entró, el auditorio entero calló. Su presencia irradió un halo de respeto y superioridad. Gristi Krostiani se ubicó en el centro del escenario. Una pequeña mesa le dio indicios de donde debía posicionarse. Sobre ella se encontraba una jarra de agua y un vaso de cristal. Junto a estos reposaba el micrófono inalámbrico a través del que propagaría su doctrina durante unos cuarenta y cinco minutos. Lo tomó con determinación, encendió y dio dos pequeños toques para probar que había prendido. Alzó la vista, miró a su impresionable público y empezó la conferencia:

–Está de más una presentación. Todos conocen mi nombre. Saben quién soy y que vengo a hacer aquí. Con un tema tan amplio, discutible y maravilloso como el que trataremos esta tarde, no veo razón para perder tiempo con formalidades. Así que sin ningún preámbulo mayor a esta aclaración, iniciamos: 

«Así como un escritor une letras para formar palabras y crear una obra literaria, en la danza se articulan pasos para desarrollar una secuencia que trae como resultado una coreografía. La literatura es arte, la danza también lo es. Y como todo arte, la danza es expresión –dijo Gristi con aire nostálgico. Desde la última fila se podían sentir sus contundentes y rítmico latidos. Su respiración serena propagaba una atmósfera de inquietante relajación –.

«El arte evoluciona en momentos difíciles –continuó–, y la danza es un perfecto ejemplo de ello. En la historia de la humanidad han ocurrido hechos realmente desastrosos, acciones viles desarrolladas por el hombre que traen funestas consecuencias, la muerte es la más terrible y común de todas. La técnica Butoh, por citar un ejemplo, nació en Japón  en el año 1950 como reacción a la conmoción causada por la segunda guerra mundial, en especial por el bombardeo atómico sobre las ciudades Hiroshima y Nagasaki –explicaba Christi con tanta fluidez como si la edad no hubiera afectado su memoria–. 

«Sin embargo –apartó el micrófono un momento y tosió fuertemente, como si intentara sacar de su garganta litros de espesa miel–,  no solo las situaciones difíciles dan pie a la evolución de un arte, también pueden originarla el hastío e inconformidad de sus practicantes. Un ejemplo claro que todos ustedes, como estudiantes y profesionales de las artes del movimiento deben conocer, es el de la danza contemporánea, surgida a finales del siglo XIX  como reacción a las formas clásicas del ballet.

«No soy bailarina de profesión, sino de corazón. Mi experiencia me ha llevado a comprender que danzar es expresar con el cuerpo lo interiorizado por el hombre, es dejar escapar el alma con técnica y mesura. Soy actriz. Tengo un título universitario y una treintena de películas que lo prueban –el auditorio estalló en risas–, pero mi carrera no me ha impedido amar la danza; al contrario, estudiar actuación me permitió conocerla y hacerla parte clave e indispensable de mi vida.

«Si hay algún actor entre el público, preste mucha atención a lo siguiente –acotó–: cada movimiento del actor debe ser estético, limpio y equilibrado. En la danza encontré la posibilidad de narrar con mi cuerpo. Muchas veces los profesionales de la actuación nos apoyamos en la voz para desarrollar un personaje, dejando en segundo plano la postura corporal, la expresión que cada una de nuestras articulaciones, extremidades, cabellos y pestañas ofrecen, así como la capacidad del cuerpo para decir, contar, reír y llorar.  La danza brinda herramientas de creación, de desplazamientos, reconocimiento y trabajo en el espacio. Estas últimas han sido de gran utilidad en mi carrera actoral, en especial cuando me embarqué en proyectos teatrales.

Cuando la danza te toca, tu cuerpo cambia.: la danza estiliza, mejora la postura. Antes de dedicarme a la actuación era una persona encorvada e inconforme conmigo y con mi cuerpo. Mi elasticidad era prácticamente nula y la torpeza,el  desequilibrio y la desconcentración eran tres de mis principales características. Actualmente, aun cuando los años han pasado sin clemencia, gran parte de mi cuerpo sigue manteniendo la agilidad, el equilibrio y elasticidad que el trabajo físico de la actuación y la danza me ofrecieron como frutos. –Tosió nuevamente. Esta vez no llegó a separar el micrófono a tiempo y el sonido áspero y desagradable de su garganta se reprodujo en cada corneta del auditorio–. La danza también ha sido cómplice y partícipe de mis fiestas. El danzar se encuentra en la cotidianidad de la humanidad. Toda cultura, país, etnia o grupo desarrolla un baile o danza característica de acuerdo a sus costumbres y estilo de vida. El conocer y practicar la danza me dio la oportunidad de disfrutar en las reuniones familiares, celebraciones, espectáculos, recepciones… La danza se disfruta, se vive y se siente.

Gristi notó que una lágrima se deslizaba por su arrugada mejilla. Observó la hora en su reloj de pulsera y exclamó:

-¡Pero miren la hora! Me he pasado de lo estipulado, ya me toca tomar una siesta, a esta edad no estoy para estos trotes. Un placer compartir con ustedes, queridos. –hizo amago de retirarse, sin embargo, una voz entre las primeras filas del público le hizo retroceder–:

-Señora Gristi, una pregunta. ¿Luego de su accidente y la consecuencias que trajo para su carrera y su vida, como hizo para acostumbrarse a no poder bailar nunca más?

Gristi le miró con ternura y melancolía mientras avanzaba en su silla de ruedas. Tosió un poco, solo para aclarar la garganta, y encendiendo nuevamente el micrófono respondió:


-Mis pies ya no pueden danzar, pero mi alma sigue bailando con cada latido. 

Angel Pacheco D'Andrea.
28/04/2017.
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