Pensamiento del día.

Poesía es la unión de dos palabras que uno nunca supuso que pudieran juntarse, y que forman algo así como un misterio.

Federico García Lorca (1898-1936) Poeta y dramaturgo español.



Dato ortográfico del día.

Es “mb”, nunca “nb” (ambos).

Es “nv”, nunca “mv” (invierno).

Es “mp”, nunca “np” (improvisar).

Es “nr”, no “nrr” (enroque).



viernes, 29 de junio de 2018

-POEMA- ROJO COMUNAL.


Rojo expropiado,
secuestrado por delincuentes vestidos de diplomacia,
Raptado, invalidado,
Disfrazado de patria
Y reducido a su más vil expresión:
Socialismo y muerte.

Socialismo puro,
Socialismo rojo,
Tan rojo que, de lejos, parece comunismo:
Violencia comunal,
Asesinato comunal, 
Hambre comunal, 
Corrupción comunal,
Humillación comunal,
Muerte comunal.

Rojo comuna: 
desidia, miseria,
Rojo que te arrojo al foso, 
Rojo rastrojo de huesos, 
cuerpos acumulados bajo el rojo de un sol inclemente, 
cómplice de la violencia vestida de rojo.

Rojo sangre,
Rojo corazón envilecido,
Rojo piel carcomida,
Rojo sarpullido,
Rojo dolor,
Rojo muerte.

Muerte roja: 
Dazante sobre cuerpos teñidos de escarlata, 
Bailando entre brazos suplicantes,
Gozando al ritmo de grito y llanto,
Rojo asesino, 
Rojo indolente,
Rojo dictador.


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viernes, 18 de agosto de 2017

-POEMA- SONÁMBULO DEL OCASO.

A ustedes, que entregaron su sangre por la mía.
A todo aquel que se rebeló ante su opresor
y a los que seguirán haciéndolo.

Soy un disidente,
un civil declarado en rebeldía,
de aquellos que perdieron la cabeza,
de esos que se negaron a la cordura complaciente y subordinada.
Me cuento entre los cobardes que con valentía enfrentaron el asedio y la muerte,
muerte que amenazaba con cada bomba,
cada bala, cada tanqueta.

Soy de los dorados al sol,
marchante inagotable,
caminante de pies maltratados,
pies que padecieron el flagelo de las cenizas
y el acoso de miradas inconformes plagadas de esperanza y egoísmo.
Soy de los plantados en el asfalto,
hijo del humo y  del concreto.
Hijo del olvido.

Soy un insurrecto,
un subversivo encausado,
Soldado de la noche,
y del día:
soldado de la conciencia,
de la convicción terca y obstinada,
guerrero armado con hueso, palabra y razón:
Más palabra,
pocos huesos,
escasa razón. 

Soy un héroe desconocido,
Irrelevante entre tantos,
Incontable entre tantos,
Invisible entre tantos.
Un héroe sin descanso,
ahogado entre el humo y la euforia,
héroe de uñas mordidas y ojeras prominentes,
héroe de bombillos quemados,
de estómago vacío.

Me cuento entre las cruces,
espero resignado el proyectil que cavará mi tumba:
Soy un muerto prometido,
deudor de segundos y suspiros
pasajero demorado, errante,
oculto en las tinieblas,
noctámbulo a la luz de las luciérnagas, 
sonámbulo del ocaso.


Angel Pacheco D'Andrea.
15/08/17.
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jueves, 10 de agosto de 2017

-RELATO- PAR DE PANES.

El proceso evolutivo marchó en reversa. De un momento a otro todos se transformaron en bestias. En cuatro patas, los seres que segundos atrás caminaban erguidos, ahora asechaban con ímpetu la bolsa que llevaba en mis manos.

Estático, paralizado. No supe si moverme y correr despavorido o simplemente esperar lo peor. Me sentía como una joven e inexperta gacela acorralada por las más feroces y hambrientas hienas. Poco a poco fueron aproximándose, acechándome cual famélicas leonas. A medida que se acercaban la velocidad de sus pisadas aumentaba, al igual que mis escasos latidos. Cada vez más cerca, la saliva que colgaba de sus grandes colmillos caía al pavimento, formando charcos de ansiedad y frenesí.

No supe en que momento caí. Decenas de manos rasgaban mis vestiduras y arañaban mis brazos como si de filosas garras se tratara. Lo que segundo atrás percibí como bocas se habían convertido en enormes fauces que, emanando halitosis y hambre desenfrenada, desgarraban mi piel y devoraban mis huesos mientras buscaban con desespero la bolsa que había caído bajo mi cuerpo.

Finalmente lograron moverme y desaprisionar la bolsa que había estado oprimida por mi espalda contra el suelo. Tendido, sintiendo como se apagaban mis ojos, observando entre mis párpados, casi caídos, a los seres que devoraban sin respiro el contenido de la bolsa de papel que segundos antes cargaba entre mis manos, pensé: “solo era un par de panes”.


Angel Pacheco D’Andrea.

10/07/17
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martes, 8 de agosto de 2017

-POEMA- CAIDA LIBRE.

Caen,
cada vez son más,
cada vez preocupan menos,
cada vez sorprenden menos. 
caen,
con mayor violencia,
con mayor precisión,
con ensañamiento,
con la fuerza de los que mueren victoriosos.
Caen entre los escombros,
sobre las sábanas,
sobre el desayuno,
sobre la sangre de otros que caen. 

Caen en los escritorios,
dentro de los autos,
junto a las puertas,
bajo nuestros pies,
caen ante nuestros ojos,
ojos cómodos, centelleantes,
testigos de la caída,
cómplices del crimen,
ojos que callan, temerosos.
ojos censurados.

Caen en su caída,
suya,
propia,
inevitable, consecuente,
caída libre,
defectuosa, dolorosa,
paradójicamente hermosa.

Caen sonrientes,
complacidos,
resignados,
seguros de no levantarse jamás,
conformes con la herida que se abre,
con la sangre que brota,
con la vida que se esfuma.

Angel Pacheco D'Andrea
08/08/17
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domingo, 23 de julio de 2017

-POEMA- CARNE FRESCA.

La buscan fresca,
púber,
Imberbe si es posible.
La buscan,
Rastrean su sudor de niño recién crecido,
Asechan su juventud,
Su rebeldía latente
Sus ansias de peligro,
Su desenfado,
Su adultez apenas floreciente.

La huelen,
La emboscan,
La anhelan.
La envidian.
Envidian sus pies veloces,
Su convicción recia y tajante,
Su desapego a la vida,
Su terquedad.
Envidian su energía exorbitante
su valentía,
esa que nunca tuvieron.

La quieren fresca,
como carne de ternero,
Como piel de fiera exótica.
La quieren para exhibirla,
Cual trofeo de cobardía,
Cual bestia embalsamada,
cual premio de consolación.

Buscan carne fresca,
Carne uterina,
Carne de insomnio y coraje,
Carne inquieta, temeraria.
Buscan carne.
Carne viva, sangrante
Carne fresca.

23/06/2017
Angel Pacheco D'Andrea
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sábado, 15 de julio de 2017

-POEMA- RECIÉN MATADA.

Recién cortada,
tibia,
estirada,
rozagante,
cercenada:
Piel.

Detenido,
obstruido,
clausurado,
expropiado,
paralizado:
Corazón.

Brotada,
exhibida,
escapada,
expulsada,
lanzada,
eyaculada cual mortíferoorgasmo:
Sangre.

Clausurados,
sellados,
despedidos,
cancelados,
apagados:
Ojos.

Violentada,
vejada,
abusada,
allanada,
violada,
vaciada,
dañada,
acabada:
Vida.

Colapsado,
aglomerado,
enterrado,
agrupado,
atorado,
encerrado,
encarcelado:
Sudor.
Mucho sudor.
Colas de sudor que espera su turno para transpirar,
Litros de sudor bajo piel tibia,
fresca,
Estirada,
Piel recién matada.

Angel Pacheco D'Andrea.
24/06/2017.
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sábado, 24 de junio de 2017

-POEMA- INDIGENTE.

                                                                  A ti. 

                 Tú, quien más sufres esta crisis,
                    Tú, que hoy mueres a mis pies.



He sido adjetivado,
Mi condición se ha prestado para el rechazo.
Cada palabra duele,
Cada silencio duele.

Vagabundo,
abundo entre desechos y polillas,
hundo la cabeza entre mis piernas sarnosas, sedientas,
me arrastro sobre mi vergüenza, mi dignidad.
Rastro de pestilencia,
rastro de pobreza,
desnudez.

Indigente,
gente desprecia mi existencia,
alimenta mi desgracia,
rechaza mis manos desvalidas,
sucias, vacías.
Mis manos suplicantes.

Arruinado,
nado entre inmundicia y desidia,
floto sobre la dicha,
avanzo intacto,
sin rozarla siquiera,
ella se aleja asqueada,
mi piel la enmudece,
piel gastada,
repelente de barro y ceniza.

Desprovisto,
visto desde lo alto,
ignorado cual escarabajo moribundo.
Me evitan.
Evitan mirarme,
evitan mis ojos,
ojos enmohecidos,
espejos lagrimosos humedecidos con lluvia y aceite.
Mirada blanda, perdida,
no, perdida no,
abandonada.

Mendigo,
digo sin ser escuchado,
ignorados mis maullidos inconformes,
ignorados mis ladridos solícitos,
ignorados mis gritos de zozobra y piedad.
Palabras perdidas,
perdidas en las tinieblas.

Hambriento,
siento el crujir de mis entrañas,
largas lombrices desahuciadas, moribundas.
Espectáculo deprimente,
...
robo cadáveres a las telarañas,
cazo entre las sombras.

Desgraciado.
Hado de crueldad ronda mis pasos,
sigue mis huellas,
quema mi aliento.
Burlado soy,
víctima de la justicia mal vendida,
de la equidad fingida,
causa y consecuencia del subdesarrollo.

Tragedia constante,
dolor que se hace costumbre,
Resignado,
Esto soy,
Soy y seré hasta que caiga el ultimo pétalo.

                            Angel Pacheco D'Andrea.
                                                    02/06/2017 
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sábado, 17 de junio de 2017

-POEMA- SOY DE LAS CALLES.


A todos los que son victima del rechazo, la injusticia y el abandono.

Soy de las calles,
habito sus alcantarillas,
sus esquinas,
sus noches de calma y peligro.

Soy de las calles,
habitante de cartón, latón y papel,
residente permanente,
ocupante sin contrato,
propietario de un terreno compartido:
concurrido bajo la luz,
desolado en la penumbra.

Soy rico en pobreza, hambre y dolor.
la abundancia pasa ante mis ojos,
rebosante se aleja sin rozar mis brazos,
brazos curtidos por el sol y el abandono,
brazos que un día caminaron perfumados de café y rocío.

Soy de las calles,
residuo de la sociedad,
basura latente, inquietante,
mancha en el urbanismo,
estorbo improductivo, inservible,
invisible entre los escombros,
Miserable.

Soy de las calles.
Pudiente. Oligarca.
Soberano de la escasez, la limosna, la indigencia,
heredero de carencias,
rey de lástima y migajas,
próspero entre los desdichados,
Midas de la miseria:
todo desperdicio es alimento entre mis manos.

Soy de las calles, 
Tres canes famélicos escoltan mi saco de huesos,
piel vestida de mugre,
bañada en llanto,
cubierta de olvido.

Angel Pacheco D'Andrea.
17/06/2017
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lunes, 5 de junio de 2017

-POEMA- CUELLO BLANCO.

Traje y corbata,
costura a la medida,
calzado reluciente,
camisa impoluta,
conciencia ensangrentada,
cara lavada.
Cuello blanco.

Gran señor:
señor falacia,
señor narcótico,
señor corrupto,
señor asesino.
Genocida.
Si, señor genocida.

Cuello blanco.
Cuello de avestruz,
espigado,
sostenido cual trofeo de guerra;
cuello blanco,
endeble,
tambalea por el peso de los delitos.
Cuello.
Blanco.
Vil pelaje bajo noble lana,
vagabundo vestido de armadura,
delincuente de etiqueta.

Gallo de corral:
pisada firme, resonante, certera.
exhibe su bondad,
ostenta su crueldad,
orgulloso,
cual pavo real en celo.
Ave traicionera,
ave de rapiña.

Cuello blanco, ostentoso,
arlequín macabro,
burlesco, falso:
falso discurso,
falsa sonrisa,
falsa bondad,
falsa inocencia,
falsa pureza.

Gotas escarlata impregnan el blanco impoluto de tus puños,
lienzo de desgracia,
manchas de codicia,
papel humedecido con sal y vinagre.

Arquetipo de elegancia y transparencia,
disfraz acartonado,
los crímenes del mundo son tuyos:
tuya la sangre derramada,
tuyos los gritos ahogados,
tuya la muerte despiadada.
Río de lágrimas lava tus manos,
desmancha tus dedos,
Cuerpos caídos planchan las arrugas de tu conciencia.


Angel Pacheco D'Andrea.
05/06/2017
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domingo, 21 de mayo de 2017

-POEMA- BUITRES.

Llegaron los buitres:
alas arrogantes,
plumas pestilentes,
ojos cautivos.
Llegaron.
Les llamó el olor a muerte,
el dolor de las campanadas:
alarma de tierra y sangre.

Llegaron los buitres:
rondan en la distancia,
esferas sombrías circundan el índigo lienzo.
Augurio de fatalidad,
presagio de muerte.

Llegaron los buitres:
Esperan ansiosos,
alas desesperadas se baten sin descanso,
anhelantes del fatídico festín.
Holgorio deplorable,
orgía latente.

Llegaron,
cautelosos,
a la espera del mortal ocaso.
Buitres sedientos, hambrientos,
dispuestos a tomar las sobras de la guerra,
decididos a devorar el cadáver.
Llegaron a tomar los despojos,
a desangrar las venas.

Llegaron los buitres.
Sus picos martillarán los huesos,
arrancarán pellejos,
reventarán las vísceras,
destrozarán la carne.
carne fresca, audaz, osada.
carne de héroe.

Llegaron los buitres
y no se irán sin la cena.


Angel Pacheco D’Andrea.
21/05/2017


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-POEMA- CONVICCIÓN.

Me niego.
Me rehúso a entregar mi sonrisa,
Me resisto a bajar el sombrero,
Me niego a subastar mi conciencia:
Tijeras de cartón jamás cortarán alas de hierro.

No doblegaré:
Rechinarán mis dientes entre el crujir de mis venas,
Mi pecho arderá cual carbón en la hoguera,
Mis manos sudarán vinagre.
No secuestrarán mi voluntad.

Me niego:
No caerán mis brazos,
No callarán mis ojos,
No vendarán mis labios.
Mis rodillas jamás tocarán el polvo:
No hincaré mis piernas ante los traidores.

Me niego.
Me niego a rendirme.
Estoy convencido:
Mis lágrimas serán escuchadas,
Mis gritos caerán como gotas de plomo.
Mi voz retumbará entre los muros,
Mi sudor limpiará la frente del herido,
Mi sangre sanará la flor marchita.


Angel Pacheco D’Andrea.
21/05/2017.
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domingo, 14 de mayo de 2017

-ARTÍCULO- EL ARTE DE SER MAMÁ.

Dedicado a mi madre: Nancy D’Andrea de Pacheco.

Para comenzar, debo aclarar que los siguientes párrafos los escribiré desde el punto de vista de un ser que dista de ser madre en dos aspectos: por ser hijo y por ser hombre. 

Ser madre es un arte: aunque todas las mujeres tienen la capacidad de serlo, no cualquiera logra dominar esta disciplina. Es un reto gigantesco. Ser madre es un acto aguerrido, de valentía, pero sobre todo de desprendimiento y generosidad. Ser madre es dejar a un lado los intereses, necesidades y metas propias para poner en primer lugar los sueños, propósitos y necesidades de los hijos. Ser madre es aceptar los trasnochos y las preocupaciones, las malcriadeces y malas respuestas propias de la adolescencia y el olvido y el abandono que vienen con la independencia de los niños que se vuelven adultos. 

Ser madre es arriesgarse a tener de por vida una cicatriz en el vientre para permitirle a su hijo respirar y ver por primera vez el mundo que le espera. Madre es sinónimo de apoyo, de sacrificio y entendimiento.

Madre es aquel ser especial que sin importar la hora, el día o lo ocupada que esté,  siempre estará allí, dispuesta, atenta.
Madre es mejor amiga. Madre es sinónimo de amor.

Al parecer, cuando una mujer se convierte en madre algo pasa en su interior que elimina de su corazón el orgullo y le hace capaz de agachar la cabeza y humillarse solo por ver a sus hijos felices.

Es difícil definir en pocas líneas la labor de una madre. Es casi imposible encasillar la palabra “mamá” en una definición teórica, estricta y cerrada. “Madre” es solo un término general, en él se resumen todas las tareas que una mujer deberá desarrollar durante su vida desde el momento en que siente los primeros mareos propios del embarazo: una madre es maestra, enfermera, guardaespaldas, vigilante, ama de casa, doctora, odontóloga, cocinera, acompañante oficial de fiestas infantiles, amiga, costurera, especialista en manualidades, instructora de baile, consejera, psicóloga, carpintera, y un sinfín de tareas con las que la mujer se compromete al firmar el contrato imaginario que significa  ser mamá.

Una madre es madre, no solo de sus hijos, sino de todos los hijos de todas las madres del mundo. Sus vidas se modifican desde el día en que se enteran de su maternidad: se les despierta una sensibilidad especial, un sexto sentido aflora desde sus entrañas y desde ese momento su visión del mundo nunca será la misma.

 Angel Pacheco D’Andrea.
14/05/2017
(Día de las madres).
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domingo, 7 de mayo de 2017

-POEMA- PEQUEÑA VENECIA.

Despega.
Alto y firme.
Aletea con la fuerza de mil gaviotas.
Aletea fuerte, gaviota.

Despega.
La bóveda celeste abrió sus puertas,
El aire purpúreo estimula tus alas,
Tus pies caminan sobre nubes doradas,
Tus estrellas arden entre las olas refulgentes,
Tus venas gimen el ardor de tu sangre.

Despega.
Tus herederos pegaron los retazos,
Unieron las costuras,
Curaron las heridas.
Alas relucientes,
Alas renacidas.
Vuela, gaviota.
Vuela, pequeña Venecia.

Angel Pacheco D’Andrea.
07/05/2017
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viernes, 5 de mayo de 2017

-POEMA- VENDADOS.

Rostros desesperados,
miradas de agonía bajo antifaces de normalidad fingida.
Rostros conformes, adoctrinados.
Rostros vendados.

Pies confundidos,
cuerpos sin rumbo se desplazan sin autoridad;
cadáveres que respiran,
monigotes,  
marionetas de billete y cartón.
Muertos vivientes.

Rostros dormidos,
rostros vendados, ahogados:
respiran desidia,
lloran azufre,
tragan olvido.

Rostros inconformes,
rostros temerosos:
no aceptan, pero callan;
no apoyan, pero callan;
no aguantan, pero callan.
Rostros vendados.
Rostros.
Vendados.


Angel Pacheco D'Andrea.
05/05/2017
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domingo, 30 de abril de 2017

-ENSAYO- LA OBSCENA BELLEZA EN LAS FOTOGRAFÍAS DE JAN SAUDEK.

 Entre la fotografía y la pintura existe una estrecha relación surgida desde el momento en que empezó a desarrollarse la técnica fotográfica. Desde entonces la línea fronteriza entre una y la otra se ha ido desvaneciendo para lograr una sinergia y un enriquecimiento entre ambas expresiones artísticas.

Anterior al surgimiento del carácter conceptual de la fotografía, ésta era vista solo como un medio para plasmar una imagen lo más cercana posible a la realidad. Cuando empieza a valorarse la fotografía como concepto y no como solo una captura petrificada del mundo real, ésta adquiere un grado de análisis como cualquier otra obra de arte.

Como antecedente de la fotografía conceptual puede considerarse al pictorialismo, que según Baqué (2003) en el arte contemporáneo se ha  “asistido a un retorno del pictorialismo, paralelo a un renovado interés por las técnicas antiguas, sobre todo a lo que podría denominarse el retorno de la Historia” (p. 147). Con lo anterior, el autor hace referencia a  aquellos artistas que han recurrido al uso de la pintura sobre la fotografía, como es el caso de Jean Saudek, fotógrafo y artista plástico checo nacido a principios del siglo XX. Baqué considera este proceso como una actitud nostálgica al pasado, y en detrimento de la resignación al tener que volver a la pintura “para acceder al sacramento de la obra”.

Como explica Incorvaia (2008) la corriente pictorialista, surgida entre 1891 y 1920, pretendía realizar una fotografía “artística” basada sobre todos en temas literarios y alegóricos, recurriendo a una búsqueda formal de procedimientos muy elaborados. (Incorvaia en Sosa, 2014, p. 68)

Los artistas pictorialistas implementaron la aplicación de pigmentos en sus fotografías. Al principio se usaban sales metálicas para variar la intensidad de la luz y se valían de impresiones que permitían hacer raspaduras o aplicar pinceladas. Más adelante se comenzó a colorear las placas espolvoreando pigmentos de oro y plata sobre la superficie. Cerca de 1940 las empresas Kodak y Ansco perfeccionaron las emulsiones en esa constante búsqueda del color. Es cerca de ésta época cuando Jan Saudek comienza a dedicarse a la fotografía. En el prólogo de su libro de 1997, hace referencia al uso de la antigua técnica de colorear las fotografías con colores brillantes que él mismo empleó. Aunque recibió críticas de la prensa, quienes afirmaban que “así no se ve la vida”, Saudek contestó que tenían razón, pero que “¡así debería verse!” (Saudek en Sosa, 2014, p. 68).

Jan Saudek. 
Jan Saudek (1935-actualidad) nació en Praga, antigua Checoslovaquia, cuatro años antes del estallido de la segunda guerra mundial. Al ser hijo de un hombre judío, se vio retenido  por los nazis durante la época en que Alemania ocupó la ciudad de Praga, viéndose apresado junto a su hermano mellizo en un campo de concentración, del que lograron escapar para reencontrarse con su padre, quién había sido retenido en otro campo. Aunado a esto, en el año 1945 Praga es bombardeada por los Estados Unidos al confundirla con la ciudad de Dresde, capital de Sajonia, en Alemania.

El haber pasado por tantos episodios de agresión, represión y violencia durante su infancia, marcó la producción fotográfica futura de Saudek, reflejándose en el espacio escénico que trabaja, los colores que utiliza y la atmósfera de violencia que se respira en algunas de sus fotografías. Y es que aún en su adultez sus creaciones sufrieron años de represión comunista y postcomunista, debido al alto contenido erótico, la explícita desnudez de sus modelos y los conceptos obscenos que maneja detrás de cada fotografía.

El mismo Saudek hace referencia a su infancia, asegurando que “…el país todavía era comunista y el miedo era omnipresente (…) Todavía siento la censura de esos tiempos infelices, e incluso ahora me siento incapaz de ser creativo en un modo desinhibido”. (Saudek, 1997, p. 6).

Sus inicios en la fotografía tampoco fueron muy alentadores. Recibió su primera cámara a los quince años y un año después coloreó una foto que su madre mostró al médico de la familia, quien la catalogó de kitsch, mala y con un estilo pasado de moda. Estas desalentadoras palabras alejan a Saudek de la fotografía, sin embargo, marca el inicio de su técnica artística por la que sería, en conjunción con su estética obscena, criticado continuamente. Y es que la evidente obscenidad que impera en la mayoría de sus fotografías ha sido blanco de fuertes críticas a lo largo de su carrera, consideradas por algunos críticos y el público en general como alejadas de la belleza, desmoralizantes, grotescas, obscenas y perversas.

Para entender un poco más las críticas que ha recibido el arte fotográfico de Saudek es necesario conocer lo que socialmente es definido como belleza y fealdad. Según Santo Tomás de Aquino “lo bello consiste en la debida proporción, porque el sentido se delecta en las cosas debidamente proporcionadas…” (Aquino en Galicia, 2010, p. 21).

Si la belleza es la debida proporción, entonces la fealdad puede asociarse con la falta de proporción y forma armónica. “La fealdad tendría que alejarse de la concepción estética de la belleza, pues entendemos como feo al fenómeno de la realidad adverso a lo bello.  (Diccionario soviético de filosofía, 1965 en Matellanes, 2009, parr. 1). Sin embargo, esta relación entre lo bello y lo feo es mucho más compleja que una simple oposición. Se podría afirmar que a través del arte la fealdad ha adquirido un valor estético. Incluso podría asegurarse que los efectos de la experiencia de la fealdad son más intensos que los de la experiencia de la belleza, logrando un impacto mayor y más duradero con la estética de lo feo. Ya incluso Plotino afirmaba que “debemos recordar que lo feo y lo malo nos impresionan con mucha más fuerza que lo agradable”.  (Plotino en Matellanes, 2009, parr. 1).

En sus fotos controversiales, más allá de cuerpos desnudos, obesos, con excesos y falta de proporción y forma armónica, lo que hace bella la fotografía de Saudek es la convivencia casi perfecta que existe entre la belleza y la fealdad, el concepto detrás de cada retrato, los colores, la técnica, el espacio escénico y la peculiaridad de sus modelos, opuestos a los tradicionales que si cumplen con el canon del cuerpo con las medidas y proporciones perfectas.

Vicent Fic, doctor de Filosofía en Arte por la Universidad de Aarhus, Dinamarca, dice de Jan Saudek:
La mirada de Saudek es compleja, oscura, perturbadora en todos sus aspectos. Sexo, deseo, muerte, inocencia, lujuria, ironía, belleza, envejecimiento, se mezclan y compiten en su obsesiva figuración de realidades filtradas de emociones. Introducirse en las imágenes de Saudek resulta una experiencia inquietante, un ir y venir entre la atracción y la repulsión, entre la conciliación y la confrontación. Sus fotografías evocan verdades que se evaden cotidianamente, desde sus más amargas perspectivas, o desde la más intestina nostalgia. La vulnerable sensualidad de sus cuerpos es al mismo tiempo grotesca crueldad y enajenación. Imágenes de la alegría y la esperanza en constante conflicto con las de la tragedia y la desesperación, en ocasiones dentro de una misma obra.
Su combinación es implacable y provocadora. El conflicto y la interna fragmentación que trasmite resultan dolorosos. Reiteradamente permite descubrir los más profundos deseos, la dulzura y el placer, pero sin alejarse del recuerdo, del sufrimiento, de la mezquindad del mundo. Sus imágenes pretenden afirmar que la belleza, el amor y la compasión existen, pero a su vez que acaban siendo ilusorias y transitorias, que nada es suficiente, que la soledad, el tiempo, la desesperación o la muerte son inevitables. (Fic en www.enfocarte.com, La provocadora obsesión de Jan Saudek, parr. 1 y 2)
El propio Saudek define su arte como kitsch: “No creo que la obra sea diferente del trabajo de otros fotógrafos. Yo lo llamo kitsch, pero hay quien dice que es porno blando. Fotografía erótica, pornografía…. No existe esa distinción. Está en el ojo del espectador…”. (Saudek en Hanson y Kroll, 2011).

Para Norbert Elías (1998) “…el concepto de kitsch no es otra cosa que una expresión para la tensión entre el rico y bien desarrollado gusto de los especialistas, y el subdesarrollado e inseguro de la sociedad de masas.” Sin embargo, la obra de Saudek no se queda en lo kitsch, sus fotografías también han sido catalogada como perversas.

Según Fabiola Iza (2011),
“La perversión se asocia generalmente al ámbito de lo sexual, a encontrar el placer en prácticas que no son el propio acto sexual sino otras relacionadas a éste. Onanismo, voyerismo, sadomasoquismo, coprofilia, entran en el plano de la perversión. Muchos poetas, pintores, dramaturgos, filósofos y demás han sido censurados por su obra e ideas que se les etiquetan bajo este nombre. (parr. 3)

Black Sheep and White Crow
(Oveja negra y cuervo blanco) -2011-
 (Fotografía de Jan Saudek). 
Ejemplo de lo anterior es el incidente ocurrido a Saudek el 21 de agosto del 2011 cuando su fotografía Black Sheep and White Crow (Oveja negra y cuervo blanco) en la que aparece una chica impúber semidesnuda fue retirada de la Ballarat Internacional Foto Bienal antes de su inauguración por reclamos de prostitución infantil.

Kitsch, perverso, erótico, incluso grotesco; varios son los adjetivos utilizado por los críticos para referirse a la obra de Jan Saudek, pero el más recurrente, el que prácticamente ha llegado a definir su estética es “obsceno”. Al ser la obscenidad el eje central de esta investigación, es necesario referenciar algunos autores que se hayan acercado a una definición de este término.

Según Jerzy Ziomek (1990) “Llamaremos obscenidad la violación de la prohibición de costumbres en el lenguaje. Lo obsceno puede, pero no tiene que ser erótico. Lo «obsceno» es un concepto lingüo-sistémico: existe en la medida en que existe lo «no obsceno»”. (p. 256).

Por otra parte, Naief Yehya (1996) afirma:
Lo obsceno se define burdamente como vulgar, grotesco, soez, excesivo o inmoral. Pueden considerarse obscenos tanto los procesos genitales como las excreciones pero también todo aquello que pertenece al ámbito de lo privado y que por alguna razón ha sido trasplantado a la esfera pública. Son obscenos aquellos actos que pueden ser naturales pero que fuera de contexto parecen ofensivos, repugnantes o provocadores. (p. 12).

Gonzales (2012) asegura que,
“…la obscenidad, introduce un cambio en la significación de la representación del cuerpo desnudo, que en principio puede incomodar al espectador al mostrarle detalles, lugares y/o situaciones que podrán considerarse de carácter más privado o íntimo, pero, que en ultimas, aunque incomodo, el espectador consume según su relación estética de placer, asco o dolor, ya que bien, lo que consume, sólo es una representación de lo real, un signo de veracidad…” (p. 44).

De igual forma, Gonzales (2012) hace referencia a la desnudez y la obscenidad en la fotografía aseverando que “…El cuerpo desnudo y sexual en la fotografía en el orden imaginario de una realidad exacerbada, por su evidencia, da cuenta de una obscenidad que rompe con la distancia visual entre lo que se ve y lo que se muestra, entre el espectador y su objeto del deseo…” (46).

Es por lo anterior que las fotografías de Saudek son consideradas obscenas: muestran lo que “no debe ser visto”, aquello que es impúdico, actos que al estar fuera del contexto en el que deberían exhibirse o desarrollarse son percibidos como inmorales, ofensivos y provocadores. Sin embargo, a pesar de que en la mayoría de su producción fotográfica sus modelos están desnudos, los genitales muy pocas veces son el centro o punto focal de las fotografías, simplemente están allí, como parte del cuerpo, como elemento constitutivo de la anatomía humana.

A pesar de que la obscenidad es imperante en sus fotografías, estas no cruzan el límite que las lleva al territorio de la fealdad, al contrario, con el uso arbitrario del color, la simetría en la disposición de los cuerpos y objetos en el espacio, la desfachatez y la ironía, la picardía e inocencia de sus modelos, Saudek logra presentar la belleza entre el exceso de piel, grasa, celulitis, perversión, violencia y sexualidad desenfrenada.

Jimarino (2008), afirma que el estilo de Saudek se caracteriza por “…cuerpos desnudos, un erotismo descarnado y en ocasiones obsceno, y un afán por hacer que sus instantáneas sugirieran historias al observarlas, que evocaran continuidad más allá de lo que reflejaba la imagen estática.” (parr. 2).

¡Adiós Jan! (Fotografía de Jan Saudek)
En concordancia con lo dicho por Jimarino sobre la intención de sugerir historias en sus fotografías, se puede hacer referencia a varias fotos de Saudek que al ser vistas transmiten algo más que una simple imagen estéticamente producida. El final de la orgía puede sugerir al espectador los excesos que acarrearon  la consecuencia que se presenta en la fotografía. ¡Adiós Jan! permite la elaboración de preguntas por parte del espectador, ¿Quién es Jan? ¿Por qué la joven se suicida? ¿Acaba con su vida a causa de un hecho vivido con Jan? ¿Ese Jan de la fotografía es el mismo fotógrafo que la toma? ¿Por qué tanta alegría instantes antes de matarse? Por otra parte, en La lección de violín el espectador puede tratar de descifrar que historia se esconde detrás de aquella alumna y su profesora de música.

The Violin lesson (La lección de violín) -2001- 
(Fotografía de Jan Saudek)
Detrás de los desnudos considerados obscenos, detrás de la desproporción en los cuerpos de sus modelos, más allá de las expresiones eróticas y sexuales presentes en sus fotografías, existe un concepto, una idea, un mensaje que el autor desea transmitir: “capturar todas las cosas que conozco y amo, pero sobre todo me gustaría dejar una huella del tiempo en que he vivido”. (Saudek, 1997).

La desnudez femenina y la belleza de sus cuerpos mayormente desproporcionados es su principal fuente de  inspiración, aunque en sus desnudos se encuentran uno que otro personaje masculino. El mismo Saudek (1997) asevera  “El cuerpo humano me excita, el femenino sobre todo…”.

Sus primeros trabajos se caracterizan por evocar la infancia, ejemplo de ellos son sus fotografías El destino desciende hacia el río llevando dos niños inocentes y Tentación. Más adelante se dedica a retratar la evolución del niño en adulto, como puede observarse en sus trabajos Diez años de Verónica, Diez años en la vida de Marketa  y Doce 
años en Miroslava.  

El destino desciende hacia el río llevando dos niños inocentes  (Fotografía de Jan Saudek).

Desde su madurez como artista hasta la actualidad sus temas han sido una constante:

Incest (Incesto) -1988- (Fotografía de Jan Saudek).
-La sexualidad: es el tema más recurrente en Saudek. En sus fotografías presenta la diversidad de comportamientos sexuales del ser humano, sin hacer de ellos una crítica. Las relaciones homosexuales; el incesto (Incesto); las filias y el sadismo, la relación entre personas de edades distantes, son algunos de ellos;

-La relación hombre-mujer: aquí va más allá de las relaciones sexuales, presentando su visión del matrimonio, sus ventajas, bondades, complicaciones, la violencia en la pareja, la sexualidad desenfrenada, el matrimonio por conveniencia o por obligación, entre otros;
Pieta (La piedad) -1990- (Fotografía de Jan Saudek).

-El comportamiento erótico-reflexivo en la mujer, la inocencia, la picardía, la relación entre niña y mujer, madre-hija, hermanas;

-La religión: una crítica a la falsa moral, al fanatismo religioso, así como una re-contextualización de los íconos cristianos (por ejemplo La piedad).

Así mismo son representativas sus fotografías con varios personajes donde los retrata primero vestidos y luego desnudos. En otras, hay personajes con antagonismos claramente manifiestos, como los que pretendió dotar de mayor fuerza las imágenes. En algunas de sus fotografías de escenas humorísticas se permitió aparecer como un actor más entre sus modelos.

Según Sosa (2014) la obra de Saudek,
“…pareciera hacerse referencia a la vida personal del autor. Su obra está dedicada a construir una especie de “novela personal” que narra su vida; sin embargo, no es posible llamarla autorretrato debido a que “ya no hay un sujeto que elabora un discurso (…) no sabemos nada y quizá no haya nada que saber más allá de esas representaciones”. (p. 69).

En su biografía (1997), Saudek afirma, “No tengo la posibilidad de retratar la vida de otras personas.  Retrato la mía propia”. Esto pareciera ser la respuesta a lo que Sosa  llama el “autorretrato” que Saudek hace de su propia vida en sus fotografías.

De igual forma, Sosa (2014) se refiere a la producción fotográfica de Saudek, afirmando que,
“…lo que hace, sobre todo, que esta producción sea reconocida como tal es la constante manifestación de un concepto, la búsqueda de significados (…) Al ver sus retratos, se genera una sensación de ensueño, como si nada de ello en verdad existiera.
El cruce entre las diferentes técnicas artísticas habla de un nuevo modo de generar arte, que ha excedido sus límites y está buscando redefinirse. (p. 70)

Así como el desnudo es característico en la producción artística de Saudek, el espacio escénico también juega un papel preponderante en sus fotografías. El haber vivido en un campo de concentración es el principal antecedente del encierro que viven sus personajes. Aunado a esto, debido a la represión política del régimen comunista de su época, escondiéndose de la policía secreta que tachaba sus fotografías de inmorales y contrarias a la política gobernante en la República Checa, Saudek empezó a trabajar en el sótano de su casa, un espacio reducido que contaba con una sola y diminuta ventana. De esta forma, las fotografías de Saudek se ven configuradas en una paleta de colores vivos que se contrapone al aspecto mohoso, ruinoso y abandonado de las paredes.

Salcedo (2013) considera que,
“El sótano de Saudek se ha vuelto el símbolo de su obra fotográfica, en donde sus sueños se hacen presentes y siguen las leyes de su propio mundo, de tal manera que al mirar una de sus obras, el espectador se ve inmerso y tocado por un acto estético que sublima el espíritu humano. Se nota que Saudek le dio la espalda al mundo y se recluyó en su micro-mundo, al parecer, para evitarse el dolor de una realidad agresiva y mordaz, aunque de vez en cuando se percibe, sutilmente, que el horror se coló por la lente de la cámara, ese que hiere el alma y le deja una impronta al hombre, aunque afortunadamente algunos logran hacer grandes obras de arte a partir de sus heridas”. (parr. 9).

Saudek ha recibido grandes reconocimientos que dan fe de su talento como artista. En 1990 fue nombrado caballero de las Artes y las Letra por el Ministerio de Cultura de Francia; en el 2006 es galardonado en su país con el premio Artis Bohemiae Amicis por su contribución a la reputación artística de la República Checa.

A pesar de las innumerables críticas y la cantidad de detractores que ha sumado a lo largo de los años, Jan Saudek es considerado actualmente uno de los fotógrafos más influyentes en la historia de la fotografía. Si bien su obra no es bella en base al canon establecido, lo es por la reivindicación que hace a los cuerpos grotescos, eróticos y obscenos, con un estilo mordaz y único que caracteriza su producción artística y que es reconocible a simple vista.


 Referencias.

Baqué, D. (2003). La fotografía plástica: un arte paradójico. Barcelona: Gustavo Gilli.
Eco, U. (2007) Historia de la belleza. Barcelona: Lumen. p. 438.
Eco, U. (2007) Historia de la fealdad. Barcelona: Lumen. p. 460.
Elías, Norbert. (1998) La civilización de los padres y otros ensayos. México: Norma.
Fic, Vicent. (s.f.) La provocadora obsesión de Jan Saudek. Recuperado el 23 de agosto de 2016. Disponible en: http://www.enfocarte.com/2.14/fotografia.html
Galicia, M. (2010) La estética en Tomás de Aquino (Seminario). Universidad Popular Autónoma del estado de Puebla, Puebla. Recuperado de: https://filosofiaupaep.files.wordpress.com/2010/07/ggma19052010.pdf
Gonzales, J. (2012) Cuerpo y obscenidad en los medios: un acercamiento estético a la mediación intersubjetiva de la pornografía. (Tesis de Maestría). Universidad Nacional de Colombia, Medellín.
Hanson, D.; Kroll, E. (2011) The New Erotic Photography Vol. 1. London: Taschen, pp. 320.
Iza, F. (2011) El fetiche perverso de la obra de arte. Recuperado el 28 de agosto de 2016. Disponible en: http://registromx.net/impresos/18perversion/bunkerelfetiche.html
Jimarino. (2008) Jan Saudek. Recuperado el 20 de agosto de 2016. Disponible en: https://jimarino.com/2008/01/13/jan-saudek/
Matellanes, I. (2009) El concepto de fealdad en el arte. Recuperado el 26 de agosto de 2016. Disponible en: http://www.sarasuati.com/el-concepto-de-fealdad-en-el-arte/
Salcedo, E. (2013) La fotografía introspectiva de Jan Saudek. Recuperado el 23 de agosto de 2016. Disponible en: http://www.sarasuati.com/el-concepto-de-fealdad-en-el-arte/
Saudek, J. (1997). Photographs 1987-1997. Madrid: Taschen.
Sosa, M. (2014) Jan Saudek: la paradoja de la fotografía artística. Creación y producción en diseño de comunicación, 10(4) 67-70. Recuperado de: http://fido.palermo.edu/servicios_dyc/publicacionesdc/archivos/507_libro.pdf
Yehya, N. (1996) Pornografía y obscenidad: la crítica de la cultura desde sus orígenes. Revista de la Universidad de México, 546-547, 8-13.
Ziomek, J. (1990) La pornografía y lo obsceno. Criterios, 25-28, 244-264.

Angel Pacheco D'Andrea.
30/04/2017.


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